martes, 2 de abril de 2024

La primavera sin ti

 La primavera sin ti



La primavera volvió a nuestros parajes, aunque nos sigue  trayendo frío. Tampoco los cielos azules me hacen ahora especial ilusión. 
Me sigo aferrando a los recuerdos como el único puntal capaz de paliar tanta desesperanza. Y continúo agarrándome a todo las cosas que pasaron por tus sentidos, como el altar sagrado contra la ausencia.
A estas alturas del año ya habías cavado la tierra por nuestros minifundios. Los cerezos y otros árboles que tú plantaste ya están en flor; ajenos a quién recogerá este verano la cosecha. “Quien planta árboles sabiendo que nunca se sentará en su sombra, al menos ha comenzado a comprender el significado de la vida". Algo de eso pensarías tú en tus últimas visitas a tus praos tan queridos. Nada te hacía más feliz que compartir el fruto de tu trabajo. Seguiremos sembrando esta primavera en tu honor.
No te puedes ni imaginar cuánto se te echa de menos. Hoy pasó tu gran amigu por El Caalón, allí donde siempre te encontraba trastiando, esperándole para ir a algún trabayu de los vuestros o simplemente pa charlar un ratín.
Dice, desolado ahora, que teníais tantos planes... Ya sabes, faenes de vuestra vida sencilla y natural: cerrar algún prau, facer paxotos, arreglar el agua atascá en algún regatu, atender vuestros animalinos comunes, ir a leña, comprar alguna ferramienta... Enfín, echaros una mano en vuestres tarees cotidianes, así como hablar con la confianza de dos paisanos, cuyes confidencies quedarán para siempre  en el todoterreno o en el quad que tantas veces compartísteis.
Os veo arrancar pa Bustiellu o El Granau, bien equipados de gorro y botes por esta época, y se haz un nudu en la garganta pensar que esa escena, y tantes otres que eran vuestros mejores momentos, ya no sé repetirá.
A través de sus sentimientos entiendo el poder de la verdadera amistad.Y siento orgullo del buen recuerdo que dejaste en quienes compartieron un trayecto del camino contigo.
Que sepas que un puñaín de persones, que tanto nos arropan para aminorar el vacío, no te van a olvidar nunca y que seguirás entre nosotros mientras sigamos por aquí.
 

lunes, 4 de marzo de 2024

Arropar

Según la RAE, arropar significa guarecer del frío. Dependiendo del momento de la vida, éste puede ser uno de los términos más sanadores del diccionario.

Con la puesta en práctica  de una palabra, nadie puede quitarte la tristeza, devolverte una pérdida esencial o acompañarte en los momentos más crudos de tu soledad. Pero palpar la convicción de que hay personas que están ahí para ti, es un bálsamo que aminora la sensación de desamparo.
Nos arropaban nuestros padres cuando, de pequeños, nos íbamos a dormir. Nos acomodaban nuestras mantas para que el frío no se colase por ninguna rendija de nuestra cama y para que las pesadillas no pudiesen entrar en nuestros sueños.
Ya de mayores, podemos constatar que también puede arropar una amistad, el afecto de unos vecinos, el amor de la familia, el aprecio de algunos conocidos. Te agarras a quien te arropa como al hierro ardiendo ante la amenaza de un precipicio.
También arropan los recuerdos. Te aferras a ellos como el único salvavidas para que no desaparezca  su esencia, su protección, su huella, su imprescindible existencia. Los piensas, los palpas, los miras, esperando que el alma de sus objetos, de sus palabras, de los momentos compartidos... sea la muleta para seguir adelante.
No creo en la resurrección, pero sí en las energías que nos dejan las personas que pasan por nuestra vida; en la capacidad que tiene el amor y la bondad de quien has querido tanto y te ha querido en la misma medida.
Enero ha sido especialmente frío este año en nuestra casa, a pesar de tantos días de sol. Febrero no aminoró nuestra gélida sensación. Estoy segura de que la primavera que asoma entre las flores de "pan y quesu" tampoco será la misma.
Sin embargo, cuando la angustia parece ahogarte, alguien pica a tu puerta, suena el teléfono, te llega un mensaje, te hablan de sentimientos, de momentos alegres, de instantes imborrables vividos, de "cumpliré la promesa de cuidaros que un día me pidió".  Es cuando la soledad aminora, el frío se hace más llevadero, el desconsuelo se calma y la claridad se vislumbra entre los nublados del corazón.
Te arropan. 

jueves, 1 de febrero de 2024

Amaneceres

Contemplo hoy el amanecer desde las amplias cristaleras del HUCA, una atalaya bien ubicada, si ese privilegio no llevase implícito el alto precio de la enfermedad de un ser querido. La mayor gravedad corre por aquí paralela a las mejores panorámicas del edificio.

Los primeros transeúntes van aumentando por las avenidas cercanas, a medida que va desapareciendo la oscuridad. Algunos pasean con sus mascotas, otros van y vienen en dirección a las dependencias hospitalarias. Los coches ya poblan las rotondas,  Sus ocupantes acudirán a su lugar de trabajo, a la universidad, al colegio, al médico... Enfín, camino de un nuevo día, que les ofrecerá la posibilidad de un buen comienzo, también con la incertidumbre de los mil reveses del destino. Puede que desde las emisoras de radio les lleguen las noticias madrugadoras de  un mundo que cada día sorprende para mal. Pero también habrá Informaciones que hablen de esas personas que trabajan por hacer la realidad mejor.
Es posible que en algunos de esos vehículos que alcanzo a divisar o en cualquier estancia que da a las ventanas de luces encendidas, alguien esté escuchando el apartado de la cadena radiofónica que lleva el nombre de esta columna . Asimismo,  será casi cierto que las tragedias, las alegrías y las esperanzas se entremezclen en cada habitáculo, en cada micro universo que presiento, al tiempo que en las cocinas o en los establecimientos hosteleros más madrugadores alguien tome su primer café; lo que me lleva a recordar, en esta alborada que hoy se me presenta más gris de lo que yo, optimista "emporfiá", acostumbro a ver la vida, una frase de La Colmena: "Los clientes de los cafés son gentes que creen que las cosas pasan porque sí, que no merece la pena poner remedio a nada".
Al fondo del todo, los picos nevados que me recuerdan que, tras ellos, nuestro pueblín coyán entre montañas nos espera. Porque, como dice la canción: "Un nuevo día brillará", aunque mis días y mis amaneceres ya nunca serán los mismos. Hoy mi vida parece haberse detenido, envuelta en la pena de la ausencia, sintiendo que las madrugadas solo estarán ahora donde tú estés.
 

miércoles, 3 de enero de 2024

¿Cómo se envuelve una esperanza?

Me costó decantarme por un tema para la columna de este mes. De hecho, creo que hice una mezcla con algunos de ellos, aprovechando que estamos en época de caldos con ingredientes variados, de popurrí de villancicos navideños y de regalos multicolores.


Es tiempo de obsequios y, más o menos valiosos monetariamente, los presentes más estimados son aquellos que, de un modo u otro, desprenden conocimiento de los gustos, esperanzas o intereses de la persona a quien van dirigidos; al mismo tiempo que un deseo de hacer feliz al receptor.

Nela tiene en un lugar preferente de la lista de sus regalos un calendario que le regaló su pequeña a la edad de cuatro años. La cartera de una conocida marca es uno de los objetos que María luce con más cariño; con ella  la recompensó su único hijo al cobrar el primer sueldo. Todo lo contrario de lo que opina del juego de sábanas con las que la gratificó su mamá cuando en uno de los Reyes de su adolescencia se le ocurrió pedir que la sorprendieran.
Me consta que hay personas que acostumbran a enviarse ofrendas a sí mismas, y en el momento de desenvolver se convencen de que alguien especial se ha acordado de ellas. Es una opción tan válida como cualquiera; incluso como la de las que están dispuestas, al igual que la tonadillera, a regalar imposibles: "Tendrás la luna, me iré cualquier tarde a por ella... "
En algunas circunstancias de la vida y principalmente a medida que pasa el tiempo, el regalo de la salud es el bien más preciado, el mejor golpe de lotería o el presente Real más cotizado, en este tiempo de agasajos.
Por ello, esa salud, envuelta por los profesionales de la ciencia y la medicina, por nuestros gestores políticos, por las palabras y los hechos en forma de apoyo de quienes nos aprecian, no se puede comparar ni con el diamante más valioso. En su misma escala, está la Paz
Lo material va perdiendo valor a medida que aumentan los daños y los años, y un día cualquiera, entendemos lo importante que es lo imposible envolver; por ejemplo una esperanza.

Fotografía tomada de TPA, el día que grabaron a los niños y niñas de Soto (pura esperanza), para el programa Pueblos.