lunes, 26 de mayo de 2014

El chico de la coleta

Póngase usted un vestido viejo y, de reojo, en el espejo, haga marcha atrás, señora. Recuerde antes de maldecirme, que tuvo usted la carne firme y un sueño en la piel, y un sueño en la piel, y un sueño en la piel, señora...
Coincidencias del destino, nació el mismo otoño que se aprobaba nuestra Constitución, justo el año en que el grupo Tequila cantaba "un rock and roll en la plaza del pueblo" e imagino que lo evocado por su nombre y su apellido no será una pura casualidad. Como tampoco  será totalmente inocente esa imagen que recuerda en cierto modo a otros hombres de leyenda. Hoy es noticia porque ha conseguido hacer de la indignación ciudadana un partido político, y ha superado con creces las previsiones más optimistas en el números de votos para Podemos. Miraba con especial atención a Pablo Iglesias en ese programa de las mañanas que algunos dicen que lo elevó al "estrellato" y se me antoja que podría ser de todo menos peligroso; calificativo del que le acusan quienes ven en él a la mismísima reencarnación de Lenin. Tal vez si de algo puede tacharse a este chico con aire progre y modales impecables es de ingenuo. Su trayectoria no le dio tiempo aún para malearse en las mieles del alto poder, aún cuando piense el ladrón que todos son de su condición. ¡A nosotros nos van a hablar de mafias, subvenciones ilegales, y violencia directa o disfrazada de miedos!. La frescura de este joven profesor desbancó a viejas glorias y consolidadas fuerzas. Por qué temer tanto a quien -populista, demagogo, o no- predica axiomas como que los derechos  debieran ser inviolables, los bancos pagar las propias deudas con sus grandes fortunas y  la educación y la medicina ser un bien social sagrado y de primer valor.

Parece que molesta esa sonrisa que parece franca, esa forma de hablar llana y esos vaqueros holgados que llevan cualquiera de nuestros chicos. Como si fastidiasen sus frases sin subordinadas y la lógica de andar por casa. ¿Serían menos severas las voces que le atacan si su disfraz fuese el de niño bien? . Pero cuando se estorba es que algo avanza. Sus gestos decididos hacia un estado menos marcado de castas remueve las entrañas de un país incrédulo y desencantado. Savia nueva que aún tiene un largo recorrido, y muchos obstáculos, algunos de ellos rayando en la utopía, para apuntalar ese estado de bienestar que se desmorona sin remedio. Un aliado perfecto para otros pequeños Davices que van subiendo posiciones.


Los partidos más pequeños han hecho buena la leyenda de David contra Goliat y sólo se han usado las espadas de papel. ¿Por qué tememos tanto a lo nuevo? Me venía a la mente  Señora, esa vieja canción  de Serrat. Cambiándole algunos vocablos muchos de nuestros apoltronados políticos que un día vistieron camisa de cuadros podrían darse por aludidos; también alguna lideresa que no recuerda haber llevado nunca camisetas... Tiempo al tiempo; el enemigo más duro, y respeto por quienes consiguieron acaparar los sobres del desencanto. Un nombre y un apellido que recuerdan a otro gran ideólogo ha descabezado la dirección de uno de nuestros grandes partidos; el otro también echa sus barbas a remojar, aún cuando no lo quiera dar a entender. Por lo demás, esperemos que no defraude ese "revolucionario" de nueva escuela, en el que seguramente muchas madres pudieran haber visto a uno de esos hijos del siglo XXI a la hora de depositar su voto; el voto  de la utopía y la canalización de la rabia del pueblo llano. Lo ideal: el equilibrio de todas las fuerzas para que las mayorías no abusen.