domingo, 29 de enero de 2017

De aquel tiempo entre costuras

De uno de esos cajones, destinados a los objetos que ni se olvidan ni se dejan de olvidar, rescaté este mural. Los complementos que llevan las muñequitas de este trabajo los hicimos en las clases de manualidades de EGB, con las monjas dominicas de Ribadesella, donde pasé algunos años de infancia y preadolescencia. Qué lejos lo de la vainica, el punto de cruz, los medios puntos, y demás; sobretodo para las que no salimos muy aleccionadas de ese tiempo entre costuras. Pero, mira, ya tenía el perfil de esas niñas su aquel de mujercitas criadas en democracia. Sin embargo, con agujas o sin ellas, hay que seguir hilando fino la vida cada día, y de qué manera. 

Por lo demás, Pepa Bueno nos cuenta esta mañana que la violencia de género no cesa en nuestro país, con dos nuevas víctimas en las últimas 24 horas, además de los agravios encubiertos de la polémica orden de Trump, que está haciendo pagar a justos por pecadores. Más terrible si cabe, la noticia del cadáver de un niño subsajariano encontrado en una playa barbateña. Asimismo Facebook, donde también abundan las violencias verbales y las noticias sesgadas -quizás más dañinas que las falsas noticias-, me recuerda una frase que colgué hace ya un año: "Les contaré a mis hijas que hubo un tiempo en el que nadie preguntaba a una niña que quería ser de mayor porque todo el mundo sabía la respuesta. Pero entonces las mujeres se levantaron y cambiaron la respuesta" (Obama). Ni un paso atrás. 

Buena semana, tampoco se puede frenar Febrero, que ya se cuela por algún rayo de sol más descarado.