miércoles, 25 de abril de 2012

Haberlas haylas...

 "La magia es un puente que te permite ir del mundo visible al invisible y aprender lecciones de ambos mundos..." (Paulo Coelho)

Cuenta la leyenda que en las noches de San Juan la magia puede palparse, aunque la única certeza es que  el crepúsculo de hoy representa el preludio de atardeceres cálidos, olor a hierba seca, aguas seductoras  y días más despreocupados. En Asturias las leyendas sobre las Xanas y los efectos mágicos de las "fogueras" son el punto de partida para imaginar que hay otros mundos de fantasía. En la madrugada, bajo el manantial, siempre es posible que nos espere el amor, si adentrada la noche un búho nos sugiere el camino. También es tiempo de quemar lo negativo. Un momento como cualquier otro para comenzar de cero. Nada  mejor que el exhuberante verdor en el principio del verano de los valles norteños y el sonido de sus arroyos para retomar la vida.

 Desde que los griegos acudieran al templo del Dios Apolo, en la antigua ciudad de Delfos, para consultar cuestiones que les preocupaban, pasando por viejas lecturas en las vísceras de animales, hasta los más sofisticados estudios matemáticos y astronómicos con esa misma intención, la magia continua siendo el hilo conductor al que se agarran quienes confían en salidas encantadas para horas inciertas.

 De "nenes" nos gustaba adentrarnos en el futuro buscando respuestas a lo que sería nuestro porvenir más lejano. Emulando a los adivinos "profesionales", los objetos esotéricos nos hablaban de aquello que queríamos oir. Nos llegaría la fortuna de la mano de un héroe de película, un trabajo con  prestigio , unos hijos de anuncio y un paraíso por hogar. Casi nunca nada desagradable nos hacía temer la parte menos amable de nuestra existencia. Luego, fuimos adaptando los hechos. El príncipe es posible que no sea tan valiente, la casa algo más sencillita  -pero casa al fin y al cabo-, y los hijos... los mejores porque son los nuestros. El trabajo, dada la actualidad, mejor no mentarlo. .Sin mencionar otros futuros, mucho más trágicos e inimaginables que se fraguaban en la lejanía de alguna vida, y que ya os conté en los inicios de este blog.

Aunque la ciencia no acepte la adivinación del futuro, en lo paranormal, como en Dios, se cree o no se cree;  y los más escépticos miran de reojo el tema por aquello del  "haberlas haylas...". En plena vorágine tecnológica, las páginas de futurología están en las primeras listas de lo más visitado. Cartas del tarot, péndulo,astrología, quiromancia, runa (ya practicado por los celtas), ching (de origen chino)... ofrecen todo un mundo de conjuros y visiones para quienes necesiten que la línea de su destino sea conocida con anterioridad.

Las casualidades, unidas a lo lógico de los hechos y de las voluntades colectivas y personales,conducen a que los pronósticos den en la diana. A María le aventuraron que su relación de pareja haría aguas en cuatro años. Cuando faltaban dos meses para la temida fecha descubrió que su pareja la venía engañando desde unas cuantas estaciones atrás. Más que cumplirse la magia se cumplieron las estadísticas que reflejan que hay un porcentaje considerable de amores que no son eternos; esencialmente si se cruza en el camino de un cincuentón inseguro una explosiva hembra con pocos escrúpulos a la hora de desestabilizar vidas Cabe también  la remota posibilidad de que se hubieran enamorado.

Más asombrosa es la historia de un muchacho que, hace unos setenta años, salió por primera vez de su aldea  asturiana para hacer la mili en la otra punta del país. Allí una exótica pitonisa le aseguró cuando todavía no había conocido mujer alguna , leyéndole la palma de su mano, que se casaría con una chica veinte años mayor y uno de sus hijos nacería con una enfermedad rara. Se cumplieron las palabras de la gitana de grandes ojos al pie de la letra; incluso que la madura compañera le sobreviviría. El caso de Manuel se hizo leyenda, a pesar de que las coincidencias pudieran ser las únicas culpables.

Los escépticos están convencidos de que cualquier hecho puede ser posible en nuestra biografía. Lo que llamamos suerte o su contrario, fatalidad, tiene cabida en la vida de cada cual desde los caminos más inverosímiles. Seguramente siempre habrá un realista porqué en el devenir de los acontecimientos; pero siempre habrá quienes aseguren que todo está escrito en las estrellas. Y, a medio camino, están las opiniones que se decantan porque todas las vivencias se componen de suerte, voluntad y deseo.

"Sabe más el diablu por vieyu que por diablu", dice un refrán de mi aldea., o "Nosse te ipsum" -conócete a ti mismo-, como está escrito en el templo de Delfos. La experiencia, la inteligencia emocional, la observación profunda, el conocimiento interpersonal hacen mucho más por la retransmisión de pensamientos  y otros pronósticos varios que la más excéntrica de las magas. Pero lo que casi puede palparse físicamente es la positividad que aporta la presencia de determinadas personas cuando rozan nuestras vidas, en las que también irrumpen energías de las que nuestra postura más acertada será la de alejarnos discretamente.

Y para que en vuestra existencia siempre flote la magia blanca del misterio positivo "sobretodo tened ante vosotros un ferviente amor..." (Pedro 4,8). Como habrá quien poseyéndolo aún necesite de otros sueños,   continúen leyendo que "la literatura es magia, es aparecer entre la gente sin estar físicamente, es entrar en las almas sin tener que abrir la puerta..." (Cieri Estrada).


Fotografías: Panorámica desde Soto de Agues, por donde suelen andar mis sueños, un anochecer que podría ser el de la noche más corta..


Autor de las imágenes: Pablo González Gutiérrez.





viernes, 20 de abril de 2012

Mucho más que un premio...

"Demos gracias a los hombres y a las mujeres que nos hacen felices  Ellos son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestros espíritus". Will Rogers (actor estadounidense).

¿De qué modo mostrarse emocionada por un momento de pequeña gloria sin parecer cursi, infantil o empalagosa?. Siendo de las que celebro hasta cuando toca "lo jugao" en esa Primitiva que mi compañero de fatigas lleva sellando con los mismos números todos los jueves y sábados desde dieciséis años atrás, cómo no sentir gratitud hacia aquellas personas que me han ayudado a ganar este concurso de relatos.

De cuantos coqueteos he tenido con el mundo de los certámenes literarios con "A veces mirando nubes..." es la única ocasión en que he quedado en primer lugar. Como en casi todo, los puestos destacados se me resisten. Tan sólo segundos ó terceros premios en algún concurso infantil, y a las puertas de la selección en algunos más. Así que hoy siento entre mis manos al Planeta de mi vida. "El que no se conforma es porque no quiere", siempre habrá quien diga, convencidos asimismo otros de que algunos contrincantes lo habrán hecho mejor que yo. Tal vez, de haber sido consciente de la repercusión, me hubiese esforzado con otro tipo de relato menos personal. Pero los hilos del destino me han llevado hasta esta tarde contando el humilde bagaje de algunas de mis vivencias.

"El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos", dice la famosa frase de la película Casablanca. Nuestro mundo actual ofrece un panorama poco alentador y yo no puedo evitar estar hoy contenta, pudiera decir emulando la mítica cita.  Algun@s de mis seguidores sois conocidos, a otros me permito llamaros amig@s, sin olvidar a los que forman casi parte de mi familia. También me gustaría que llegara de algún modo un trocito de esas gracias a quienes, bien por recomendaciones de terceros o porque les ha llegado mi historia por cualquier otro cauce,  me han votado y se han molestado en plasmar sus opiniones. Nunca serán suficientes porque, como acertadamente dejó escrito Jean La Bruyere "sólo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud...". Y, hasta las críticas, que supongo también habrá unas cuantas, espero saber aceptarlas con elegancia.

Me vais a permitir que mi último párrafo de hoy sea para dos personas especiales alejadas de este universo de Internet. Mis padres. En su mundo sencillo, contemplando esas montañas -de las que  mi amiga Isolina  me reprocha no poder separarme-, no hay cabida para el wi-fi, pero sí para aguantar juntos compartiendo sus recuerdos y disfrutando aún con sus gentes de ese trozo de paraíso que les vio nacer  hace más de ochenta años.

Una amiga siempre me dice que, a la mayoría de las personas, no debemos hacerles saber las cosas buenas que nos pasan. Os podéis figurar por qué. Yo le digo que, para tranquilidad de los que no se alegran de lo bueno, nunca se tiene todo lo que se desea, y hasta es posible que, a veces, cuando nos es concedido, tampoco era eso lo que andábamos buscando. "Si quieres ver a Dios reir, cuéntale tus planes", dicen los creyentes...

Pero, hoy la entrada no podía ser otra porque "la gratitud en silencio no sirve de nada".   (G. B. Stern).


Fotografía : Servidora ante una esas casas con alma (El Infiestu), al final del recorrido de la Senda Verde, en Soto de Agues (Asturias).

 Autora de la foto: Lucía Gutiérrez García


miércoles, 18 de abril de 2012

A mal tiempo... buena cocina





"¿Por qué casi siempre nos da por hacer rosquillas caseras en días lluviosos?" 



Los meses de vientos de agua ofrecen tardes propicias para encerrarse en la cocina a elaborar esos platos pendientes. Solemos decantarnos por los dulces en días grises. Todo lo que contribuya a un ambiente cálido es lo que más reconforta en estos días en que la nieve coquetea por las montañas cercanas y sopla el cierzo y las tramontana. Luego cada quien acompañará esas delicias con el "líquido" que más le sea propicio.

Ya habrá tiempo para los arrepentimientos por los abusos con los dulces y sus componentes. "Que nos quiten lo bailao", después de habernos pasado unas horitas concentradas en el placer de elaborar esas apetitosas pastas, unas irresistibles magdalenas, unas "casadielles", el pastel de tres chocolates de la
última receta adquirida -que para algo tienen que valer los numerosos blogs de cocina que circulan por la red- o los atractivos bombones artesanales. El posterior orgullo que nos produce el agrradecimiento de los comensales -el nuestro ya fue dejándose entre prueba y prueba-  bien vale unas cuantas tades de amenazadores nubarrones .

Claramente lo expresó Ferrnan Point: "No se  puede cocinar bien si no se pone en ello el corazón. Por encima de todo se trata de reunir en torno a la mesa sentimientos de amistad y de fraternidad". La seducción de un plato elaborado en casa, y expuesto a los comensales con la intención de una delicatessen, tiene tanto recorrido como el alma de su autor@. Y el sabor a mantequilla frresca, a vainilla, a canela, a cacao... nos ofrecen el aroma de quien ama todo cuanto hace.

Esos postres cuya elaboración solemos postergar para días en los que "no está para otra cosa" -utilizo el plural mayestático por comodidad
expresiva ya que la preparación de platos dulces no es precisamente lo mío- cambian el sentido del tiempo y hacen posible que se reviertan las horas de grises melancolías en aromas a cocinas vivas, recuerdos tradicionales y ambientes adecuados para las delicias del paladar . Incluso se dice que para los ricos de ahora uno de los mayores gozos es comer un auténtico postre artesanal; tal vez porque haya cosas que todavía no se pueden comprar con dinero.

La alquimia de los trabajos en las cocinas, lugares en la actualidad con lo fundamental para sentirse como el obradorio del mejor cheff, tiene algo de sagrado. A nadie le puede sentar mal degustar uno de esos manjares de los que alguna de mis amigas son especialistas. Además, como dice una de ellas, autora de una singular dieta: "no puede ser malo para un metabolismo equilibrado la sensación de felicidad que produce comer en armonía lo que unas manos elaboraron y presentaron con sus mejores intenciones... La felicidad es imposible que engorde".






Entre hornada y hornada un vistacito al ordenador, compañero ya inseparable de nuestras hazañas; hasta las culinarias... Y, si es para esto, que siga silbando el viento .... ¡Buen provecho!







Imágenes de postres hechos por algunos de mis amigos y amigas ; además de alguno elaborado por el "cocinitas" con el que vivo...


Continuará...






martes, 17 de abril de 2012

Algunos libros que van marcando nuestra vida...


“En Egipto se llamaban las bibliotecas el tesoro de los remedios del alma. En efecto, curábase en ellas de la ignorancia, la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás”. Jackes Benigne Bossuet

He de reconocer que el abuso de Internet me ha privado bastante del hábito de la lectura. Me obligo a leer ahora, cuando antes del fácil acceso a las atractivas ofertas del ordenador era mi distracción favorita. Los días de regreso a ese lugar donde el wi-fi  no me es "voluntariamente" posible me reconcilio con la lectura tranquila.

Desde los primeros ejemplares de Andersen y los hermanos Grinn -Blancanieves, Cenicienta, El Patito Feo...- (Claro que ahora se les está dando un giro diferente a muchas historias clásicas infantiles porque afortunadamente vamos inclinándonos por versiones nuevas,como que Cenicienta no quería un Príncipe, solo unos zapatos y una noche libre),  pasando por toda una gama de libros infantiles y juveniles (Colmillo Blanco, Los Cinco, Mujercitas,  La Historia Interminable, el  Principito, Nacida Inocente, Iglús en la Nieve) ; incluso alguna novelita de CorínTellado que le sustraía a mi madre...),  hasta  el último, "Camino de Hierro", de Nativel Preciado (la búsqueda de la verdad de uno de tantos abuelos que sufrieron la injusticia de la ignorancia y la crueldad;  acompañadade la visión filosófica de la vida de su apasionada nieta) han pasado por mis ojos incontables historias, aunque sin duda alguna muchas menos de las debidas.

Como ocurre con las personas, hay libros que no te enganchan. Es posible que algunos de ellos sean cerrados para siempre sin avanzar más de las veinte primeras páginas. Otros son devueltos después de que se haya leído el final, saltándote las doscientas treinta hojas que separan la introducción del desenlace. Soy de los que nunca leo nada por la fuerza. Ó me persuade el contenido ó se vuelve a su lugar de procedencia; ya sea biblioteca pública ó privada. Eso sí, nunca suelo "tirar" cualquier historia escrita. En el momento de hacer el ademán siento como si echase a la basura un montón de sueños.

Pero una vez que me enamoro de un libro, ya no lo olvido jamás. No sé si será casual, pero en mi haber de lecturas predomina la literatura femenina.  Isabel Allende ( La Casa de los Espíritus, El Paso de los Días, De Amor y de Sombra...), Simone de Beauvoir (La Mujer Rota), Carmen Rigalt (Mi corazón que baila con espigas) , Maruja Torres (Mientra Vivimos), Dolores Medio (Nosotros los Rivero, Diario de una Maestra, La Última Xana...) Elvira Lindo (Tinto de Verano), Mamen Sánchez (Agua del Limonero) , Angeles Caso (El Peso de las Sombras), Rosamunde Pilcher (Septiembre), Victoria Holt (Mi Enemiga la Reina), Muriel Barbery (La Elegancia del Erizo), Philippa Gregory (La Reina Blanca). Deborah Moggah (Por Amor a Sofía). Elaine St.James  (Simplifica tu vida ). Almudena  Grandes (Los aires difíciles). Rosa Regás (La Canción de Dorotea, Sangre de mi Sangre)). Pasiones Romanas (María de la Pau Janer). Ángeles Maestretta (Mujeres de Ojos Grandes) e incluso me he acercado a algún poema de Teresa de Ávila (¡Ay, qué larga es esta vida! ¡Qué duros estos destierros, esta cárcel estos hierros en que el alma está metida...!) . Son algunos de los tomos que han cobrado vida en mi imaginación. Ejemplares de estilos tan diversos como las necesidades vitales de los variados momentos de nuestros ciclos existenciales.  Qué maravillosa magia hay encerrada entre las tapas de una novela. Cada persona que le brinda la oportunidad de ser abierta descubre un mundo diferente, unos rostros únicos, unos paisajes nuevos, y unas sensaciones hechas a la medida de sus deseos, sus vivencia y su estado anímico.

"Cien Años de Soledad", de Gabriel García Márquez, se llevaría el primer puesto de entre mis preferidos escritos en masculino. También repaso ahora historias como la Fortuna de Matilda Turpin (Álvaro Pombo), los entretenidos relatos de Vázquez Figueroa, la Regenta (Alas-Clarín). El Camino (Miguel Delibes). John Boyne (La Casa del Propósito Especial). El Palacio de los Sueños (Kadaré). Capítulos sueltos de nuestro ejemplar Quijote ("Se va a la plaza del Nunca por la calle del Ya voy...) ;asímismo del primer libro impreso, esa gran Biblia, que da para interpretaciones ateas y religiosas ("No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción. Mateo 6, 34). Enfín,otro pequeño microunuverso para clasificar, que constituye un insignificante granito de arena entre  las ofertas universales que están a nuestra disposición para reflexionar, soñar, reir,llorar aprender, imaginar, y explorar mundos nuevos. Paraísos a los que también me acercan poetas como Machado ("Caminante no hay camino, se hace camino al andar...), Miguel Hernánez  (Volverás a mi huerto y a mi higuera por los altos andamios de las flores... A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas compañero del alma, comapañero..."). También Benedetti, entre otros cuantos,  ("Me sirve tu mirada que es generosa y firme, y tu silencio franco sí me sirve. Me sirve la medida de tu vida....").

Esta sí que sería la entrada de nunca acabar si continuo rebuscando aquello que he leído y que sigue siendo un punto de apoyo que siempre está dispuesto a enriquecer tu particular historia; porque en todo momento habrá algo que aprender a través de palabras que alguien sabe o supo tejer para que cada uno de nosotros les diera infinitas formas y sentidos. Por último, podemos estar seguros de que "en algún lugar de un libro hay una frase esperándonos para dar sentido a la existencia". (Miguel de Cervantes).