lunes, 30 de junio de 2025

Mil oficios

Le comentaba a Aitana Castaño, a la que me unen la vocación periodística y el amor por la escritura (ella con más más fortuna en ambas materias), que este verano iba a trabajar de camarera. Lejos de sorprenderse, me animó encarecidamente. “Te gustará el trabajo. Yo lo experimenté en el restaurante de mis padres. Conocerás mucha gente, y con ello otra faceta del ser humano, para lo bueno y para lo malo. “Después escribes un libro”, me decía. Me alentaron sus palabras, antes de adentrarme en una tarea que no había realizado jamás, y en la que tenía serias dudas de poder rendir. A fecha de hoy, os confieso que me parece que llevo toda la vida en esta faena y se me pasan las horas sin tiempo a pensar; algo que necesito sobre manera. Durante el curso, tras mandar el currículum a un montón de empresas, me llamaron para dar sustituciones en una de transporte escolar. La mayoría de ellas las hice en el colegio de Educación Especial, de Latores. Qué diferente se ve todo cuando entras en ese mundo. Y cómo entiendes las reivindicaciones de las familias para que se amplíen los recursos con el fin de cubrir todas sus necesidades. Otro libro para escribir, aunque primero tendría que finalizar el de “La vida sin ti”. Por lo demás, hace unos días, me preguntaron en una oficina: “¿Profesión?”. A lo que contesté: “sin determinar”, tomando prestada la expresión de Sara, la madre de Susana, mi amiga y coautora de “Madres In-perfectas”. Aparte, sigo con mis compromisos en la concejalía coyana de Derechos Sociales e Igualdad, tratando de sacar adelante pequeños proyectos relacionados con mi cometido que, al menos, hagan la vida un poco mejor a los vecinos y vecinas. Ya veis, ocupo mi tiempo con mil oficios (aunque hay vacíos y momentos que no se pueden llenar ni con todas las quehaceres del mundo), mientras recuerdo una expresión de mi madre: “A cualquier cosa que se faga, hay que ponéi entusiasmu”. Feliz verano. Os esperamos a la orilla del río, en la Piscifactoría Molino del Alba, donde mejor se fríen les truches, según muchas opiniones.