martes, 20 de noviembre de 2012

El abismo de la memoria



"Si hay una facultad de nuestra naturaleza que puede considerarse maravillosa, esa es la memoria"  (Jane Austen)


Experimentando la angustia que produce el olvido puntual de un sustantivo propio, una palabra común, esa fecha irrepetible... podemos aproximarnos al abismo que supone la definitiva desaparición de cuantos datos esenciales hay en nuestra memoria.

Tan sólo imaginar que tal vez un amanecer olvidemos que nuestro primer café nos espera , que no sepamos que los ojos que  nos miran con tristeza sean los de nuestros hijos, que al acostarnos nos encontremos con un extraño que viene compartiendo treinta años nuestra vida o  no sepamos el camino de una cucharada de sopa, se nos antoja como el más tormentoso de los infiernos.


Amelia intuyó que algo no funcionaba con normalidad en su mente cuando una mañana de domingo se le borraron por completo los ingredientes de los canelones; el plato que cada festivo suponía las delicias de sus invitados.. A la semana siguiente no supo si era el alba o el atardecer aquella luz anaranjada que llegaba hasta su ventana. Al cabo del mes acumuló tal cantidad de desvaríos que decidió acudir a su médico de cabecera. Cuando traspasaba la puerta del Consultorio una empleada de la limpieza le advirtió que aún llevaba puesto su pijama de estrellitas plateadas. Hoy vive ausente en el sendero que transita de su jardín al dormitorio. Ni una sola queja ya. Únicamente sus pisadas autómatas, y de cuando en cuando una lágrima. En ocasiones sonríe. Es cuanta compasión le permiten los renglones que ya borró su memoria. Tiene sesenta años y aún es bella a pesar de todo.


De entre las enfermedades mentales, el alzheimer es una de las más temidas. Esta dolencia neurológica progresiva e irreversible afecta al cerebro produciendo la muerte de las neuronas. Es la causa más frecuente de todas las demencias, y ocasiona un deterioro progresivo de las funciones cognitivas. Actualmente no existe tratamiento, pero se pueden paliar los síntomas y mejorar el cuidado y la calidad de vida del enfermo y de la familia.



Hasta de ese paraíso que supone nuestra memoria podemos ser expulsados. Ser conscientes de ello supone el método más efectivo para valorar la importancia del recuerdo. "Somos nuestra memoria. Somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos" dejó apuntado Borges.


Luego, a años luz de esas penosas enfermedades del olvido, están la buena y mala memoria de la que gozan o padecen muchas personas. Con ambas posibilidades se puede vivir inteligentemente porque de tenerla escasa, "siempre se puede hacer una de papel" asegura García Márquez. Más importante que la tenencia de buena rememoración es la de poseer buen criterio, y de la ausencia del mismo nadie se queja, escribía Rochefoauld. Hay además quien acusa a la memoria de ser como el mal amigo, que te traiciona cuando más lo necesitas.Una nota de humor en este tema nos la pone el gran Grouho Marx: "Nunca olvido una cara, pero con usted voy a hacer una excepción" Y sepan que olvidar lo malo también es tener buena memoria. Asimismo hay quien queriendo olvidar no lo consigue; "es tan largo el amor y tan corto el olvido", dcie el bello verso de Neruda. 

Hay otra memoria tan importante como la personal: la de los pueblos, esa conciencia colectiva que les lleva al progreso y a la continuidad histórica. No conduce, por otro lado, a ningún avance que el perdón de los hechos más dañinos  supongan  el olvido, el desprecio y la comodidad. Puesto que nuestra vida aumenta cuando podemos ponerla en la memoria de los demás, seamos la de los que, por un motivo u otro, la han perdido.

Y qué desesperación la de aquellos que han de cuidar y convivir con quien han compartido más de la mitad de su vida.Ancianos, en  su mayoría, en edad de ser cuidados enfrentándose al doble sufrimiento físico y sicológico que se desprende del día a día de quienes padecen ese terrible azote .Cada decisión reciente de quienes dependen las ayudas para hacerles más fácil -a enfermos y cuidadores- su situación se aleja de la solidaridad y la justicia colectiva.

Para finalizar, una recetita: "la felicidad consiste a veces en tener buena salud y mala memoria". Sólo mala para aquello que nos impida avanzar, añadiríamos. No me olviden. 


Imagen: el abismo, de Manuel L. Acosta





Un aperitivo...

Texto de la contraportada de nuestro libro sobre madres... ¿Imperfectas?. Confiemos en que el parto esté próximo; y sobre todo que os empiece a seducir...

Tras el alborozo posterior al nacimiento (parto superado, flores en la habitación,
¡pero qué niño/a más guapo/a!, todo alegría y felicitaciones) llega el día a día y
esa permanente prueba a las que la vida somete a todas las madres que en el
mundo han sido (y serán). No es fácil ser madre. Es más: ¡¡es complicadísimo!!
Así lo explican las periodistas asturianas Susana González y Berta Suárez, y la
prologuista Pilar Rubiera. Las tres comparten vocación profesional y experiencias
maternales. Este libro no es un manual ni nada que se lo parezca, sino un
conjunto de vivencias muy bien contadas y con sentido del humor, que es la
forma más inteligente de asumir que los niños crecen, que los problemas también.
Que nadie es perfecto y que el amor hacia la prole no siempre es garantía
suficiente para encontrar el camino más adecuado.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Por si se trasplantara el alma


El alma humana es una caja de donde siempre puede saltar un payaso haciéndonos mofas y sacándonos la lengua, pero hay ocasiones en que ese mismo payaso se limita a mirarnos por encima del borde de la caja, y si ve que, por accidente, estamos procediendo según lo que es justo y honesto, asiente aprobadoramente con la cabeza y desaparece pensando que todavía no somos un caso perdido. Saramago

Como en los últimos tiempos las noticias son tan inmediatas como efímeras,ya queda muy lejos la "comentada" frase de Mariló Montero: "No está científicamente demostrado que el alma no se transmita en un trasplante de órganos". Ya que no arriesgo ningún puesto de trabajo en TV, y mi popularidad es pequeñita, me atreveré a decir que, por una vez, y sin que sirva de precedente, puedo interpretar para bien y hasta comprender a la presentadora que  luce como nadie su melena un pelín recogida y que mejor mancha las manos de pasta para rebozar sin perder la elegancia.

No sé si manía, defecto, fantasía o todo ello junto, el caso es que acabo extrayéndole el alma incluso a la publicidad que buzonean en mi portal, a cuyos emisarios acabo abriéndoles siempre la puerta, a riesgo de alguna que otra bronca familiar. Si no me interesan los anuncios, los uso para no manchar la encimera o de salvamanteles en un apuro. Lo cierto es que cualquier papelito tiene su historia y de alguna manera siento que he de amortizarla.

De las minucias a los objetos con mayúsculas y de lo poco transitado a aquello que nos pertenece durante un periodo más largo, llámese casa,coche o abrigo, el alma invisible de los seres inanimados siempre me habla de algún modo. Qué decir del alma de nuestras partes vivientes...

Tan enigmático como el origen de la vida es el origen del alma. De ahí que Platón se preguntase insistentemente sobre las teorías de ese ente indescriptible. Su mito del "carro alado" es una muestra de sus obsesión por la esencia. Así que tal vez la reflexión de la presentadora navarra llevase al filósofo griego a alguna conclusión, que compartiría a buen seguro con Aristóteles para quien "aquello por lo que vivimos, sentimos y pensamos" era  el alma.

Alada y azul solemos imaginarnos esa esencia capaz de escapar de nuestra naturaleza mortal y vivir más allá del tiempo y el espacio; ajena a lo efímero y  salvadora de nuestros comunes aconteceres. Hay quien afirma que esa tejedora de sueños escapa de nosotros y puede llegar a los confines de cualquier otra compañera de ilusiones intangibles. Y, aún cuando siempre quisiéramos mandar en el alma, la misión es la mayoría de las veces imposible.

El sello único e irrepetible que aporta cada ser humano puede ser también considerado como ese concepto al que cada cual pone nombre y apellidos; junto con la extensión de sus actos, sus rasgos físicos y las pertenencias materiales en las que deposita su entusiasmo. ¡Cuánta necesidad tenemos en muchas ocasiones de creer que nos es posible quedarnos para siempre con el alma de quienes amamos!.

De maneras diferentes, andan revueltas estos días las almas de súbditos y gobernantes. Podrían cortarse en el aire los vuelos de sus diferentes sustancias y esencias . Importante en este punto citar,una vez más a Platón: "las almas superiores,una vez pervertidas, causan los más grandes males,así en los estados como en sus familias, pero si dirigen bien su vuelo hacen la felicidad del mundo..." .

Por si un día se trasplantara el alma me quedo con Chavela: "Todo lo he hecho a sabiendas y no me arrepiento de nada. Ni de lo bueno, ni de lo malo, ni de los momentos felices, ni de las tristezas... Al final, tengo el alma llena de paz y tranquilidad".


Fotografía: Yoli Iglesias