martes, 22 de marzo de 2016

El Parque Nacional de Redes; entre los más "guapos" de España



La pasada primavera celebrábamos que, entre un total de 141 candidaturas, el Parque que ocupa los municipios de Caso y Sobrescobio, está entre los diez primeros más valorados, según una encuesta hecha a los internautas.

De connotaciones varias, tiene un nombre que atrapa; además de unas condiciones naturales que enganchan a lugareños y visitantes. Su superficie total es 377,36 km², comprendiendo dos concejos de la región centro-oriental de Asturias: Caso, con 307,94 km² y Sobrescobio con 69,42 km².  Declarado Parque Natural en 1996, y reconocido por la UNESCO como Reserva de la Biosfera en 2001, el Parque de Redes.ofrece  una riqueza ambiental que se manifiesta en una multitud de paisajes y contrastes. Pueden observarse incluso formaciones de origen glaciar, como morrenas o circos, formas kársticas en cuevas, y amplios campos de pasto y montes.
Por el Parque de Redes transitan todas las especies características del norte peninsular:  el lobo,  una de las mayores poblaciones de rebecos de la región, rrogallos, alimoches, águilas reales; de cuando en cuando algún oso y un sin fin de aves, reptiles y anfibios conviven también con los habitantes y visitantes del Parque; no todos con el mismo tipo de relación. Hayedos y robledales dan sombra y cobijo a la zona y la acción de los ríos ha dado lugar a la aparición de valles abiertos que forman grandes vegas en sus fondos o a atractivos desfiladeros de roca caliza, como el que configura la ruta del Alba,antiguo Camín de Agueria, o el de los Arrudos.

Las opciones de senderismo son muy variadas, junto con rutas de acceso en coche a las inmediaciones del embalse de Tanes y descansando en el área recreativa de la Cueva Devoyu, por ejemplo. El Centro de Interpretación del Parque situado en la capital del concejo de Caso, Campo de Caso es el mejor lugar para informarse de las ofertas del parque así como la Oficina de Turismo de Rioseco, en Sobrescobio.

El conocimiento cultural y etnográfico de los hombres y mujeres que habitan este entorno también es un buen motivo para señalar a Redes como uno de los más ricos parques naturales. El Museo de la Madera en Veneros, así como el Taller de la Madreña en Pendones o La Casa del Agua de Rioseco  son otras de las opciones para disfrutar de la estancia. Sin olvidar esos otros museos aún vivientes, hechos por las gentes de antaño como los lavaderos, los molinos y los hórreos,  integrados en esas aldeas que pueblan los dos municipios; cuna de miles de de historias presentes y pasadas que aún hablan de aullidos de lobos, vuelos de pájaros, trabajos de expertos artesanos, sabidurías insustituibles, costumbres entrañables y cuentos inolvidables.

La gastronomía, tampoco falta por el centro-oriental de Asturias,  donde el queso casín y toda una gama de productos de la tierra hacen las delicias de los comensales. Sin olvidar las recetas de nueva generación, que hacen un delicioso entre lo tradicional y las nuevas corrientes culinarias. Jornadas gastronómicas  como la de la cazaen Redes, celebradas el pasado mes de febrero, las del  pitu de caleya con truchas en Sobrescobio, a finales del mes de octubre y las de la matanza en Caso durante en Puente de la Constitución, ayudan a difundir esos placeres del paladar. Los diferentes lugares donde hospedarse y comer son la mejor ruta para conocer y degustar los sabores de estas tierras con sabores milenarios. En una mayoría de ellos, el trato es sencillo y familiar, sin restar un ápice a la profesionalidad de sus hosteleros. Al sabor acutóctono de los platos del Alto Nalón colaboran las empresa que ahora pretenden convertirse en motores  de la zona como las queserías o la puesta en funcionamiento de algún antiguo molín, que pone sus “granos”” en la elaboración de panes y tortas con sabor a las aguas que bajan cristalinas por los valles de Redes; además de algunas otras emprendidas por jóvenes de Caso y Sobrescobio –de agroganadería, de cervez autóctona,etc…- que intentan afincarse en el lugar que quisieran poder desarrollar su vida laboralmente. Aunque las del sector hostelero son las más numerosas.

Por otra parte,  otra de las noticias más novedosas sobre el Parque Natural de Redes fue la presentación conjunta  en FITUR de los municipios que lo integran. Los alcaldes de Caso y Sobrescobio, Tomás Cueria y Marcelino Martínez con otros miembros de la corporación desfilaron por el stam del Principado de Asturias en Madrid para poner en valor una vez más los recursos de un lugar en el que el agua tal vez sea el elemento por excelencia, origen de todo un despliegue natural que nada tiene que envidiar a cualquier paraíso. Por ello, las menciones a la Casa del Agua, el nuevo mapa de redes, las recientes rutas, como la de Azeu o los Cabornos, que van acondicionándose para los caminantes; algunas de ellas con signos históricos del Camino de Santiago o la mención a los manjares de la tierra, han sido los platos fuertes de esta puesta de largo en la Feria Internacional del Turismo, donde compartieron con otros lugares de Asturias también dignos de visitar en ese punto de encuentro global. De los nuevos planes para el Parque en materia de mejoras se muestra muy orgullosa la concejala coyana, Tensi Carmona, que confía en que “en fechas próximas esas mejoras se harán visibles a través de planes concretos acordados recientemente con los responsables del Gobierno asturiano”. Con más de 39.000 votos por en la Red,  Carmona opina que “esperemos que esta difusión colabore en la visita de turistas que den réditos a nuestras empresas”. Por otro lado, para la edil  coyana “es necesario dar una buena imagen de nuestro Parque natural porque todos ganamos con ello”

La polémica que, como en todo proyecto, también la hay, está ahora en la postura de algunos habitantes del Parque, disconformes con determinadas normativas que, a su parecer, ponen trabas a la vida cotidiana en el Parque. Según la opinión de estas voces críticas, como las de algunos vecinos del pueblo de Orlé, salir del Parque sería una solución. Por su parte, el alcalde de Caso, el socialista Tomás Cueria, "comprende" los motivos que han llevado a los vecinos a proponer una solución tan salomónica y señala que la administración regional debería ser "más ágil y comprensiva" con los proyectos impulsados por los vecinos del área protegida.  Pero el alcalde casín manifiesta que "pretender salir del parque no es una solución, porque también nos ofrece otras cosas”, reconociendo en todo momento que las opiniones de los vecinos deben de se tomadas muy en cuenta porque ellos han sido durante cientos de años artífices y responsables y conservadores de la riqueza del Parque.  Cueria argumentó, no obstante, la necesidad de respetar la normativa porque  "se disfrutan de mayores ayudas para la realización de diversas obras y de actividades. También es importante para la gente que se dedica al turismo, es una marca importante".

Y, mientras habitantes, dirigentes y visitantes trazan planes –no siempre convergentes- para la vida en el Parque Natural de Redes, la naturaleza sigue su curso, ajena a la mano del hombre e indiferente a las polémicas. La primavera se aproxima al Alto Nalón con la huella de la nieve de un invierno que este año “non lu comió el llobu”, como dicen por el municipio de Caso. Y la vida volverá a brotar al son de los primeros pasos del Nalón y sus afluentes para dar paso a un verano con el entrañable olor a hierba seca y a típicas romerías que todavía persisten. Luego, el otoño con el sonido de la ancestral berrea y los colores mágicos del tiempo de las castañas volverá a recordarnos que la tierra sigue siendo como era…  

miércoles, 16 de marzo de 2016

Éste es mi pueblo: Bueres

Mi recuerdo de Bueres se remonta a algunas romerías de Santiago,en los años de juventud. Era cuando tus padres te vigilaban aún de cerca y arañarle un minuto más a la noche era toda una aventura. También conservo de ese lugar casín algún conocido de épocas pasadas. Tal vez hoy, por eso de la aldea global en la que se ha convertido Internet, lean esta entrada. Pero... qué mejor que la descripción de alguien que ama una tierra para dibujarla con palabras.  Hoy podemos recorrer uno de los pueblos del municipio de Caso a través de la crónica de Monchu Calvo,gran conocedor del paisaje y el paisanaje de Caso. 

A los naturales y los que queremos  a Bueres, no nos haría falta ninguna ayuda para llegar a él, pero  para alguien que no haya tenido la suerte de conocernos, le diríamos que el lugar de Bueres, está situado en el concejo de Caso, a 8 Km. de la capital, El Campo, por la carretera C-254 que comunica con Infiesto, en la cabecera alta del valle de Orlé, a 680 m de altitud, y cuatro kilómetros antes de la Collada Arnicio.

No tratamos de que  estas líneas sean un tratado riguroso sobre nuestro pueblo, mas bien una recopilación de pequeñas  (ó grandes) historias que acontecieron precisamente aquí, entre estas casas que nos acompañan, y que las gentes de ahora y las que nos precedieron, fueron dando forma para ser lo que ahora tenemos, y formaron el núcleo rural de Bueres en las que desarrollaron sus vidas .

Los pequeños barrios de nuestro pueblo donde viven sus vecinos : Les cortes nueves, donde antaño hubo una fragua que atendía Avelino, casado con Maria, de Orlé, que utilizaba carbón vegetal que elaboraban de unas raices que cogian cerca de Ovia, La Portiella, El Riberu, El Valle, Fontoria, El Cascayu, El Barrellin, La Riestra, La Aldea, La Fontona, El Collau y El Campillin, forman el conjunto de sus casas. Estas  con gruesos muros de piedra caliza, para soportar las duras condiciones  que se daban por estos lugares. Cuadras y pajares, junto a paneras, hórreos y viviendas que se retuercen por sus callejas, y van subiendo y formando los barrios antes citados, para alcanzar la morada última de la campa donde se asienta la iglesia de Santiago y el cementerio. El lugar parece mágico, lugar de encuentro de druidas y de xanas, que en las noches de luna llena se columpian entre los dos enormes árboles, un texu y una tilar, que son como los testigos perpetuos de la historia y a la vez forman parte de lo más profundo de nuestra memoria.

A su vez, el Piqueru y el Busllar, dos montañas impresionantes, pero que se dejan subir fácilmente para regalar las mejores vistas de Caso en un paraje incomparable de hermosura. Como dos gigantes protectores son mudos testigos de la vida de sus tres hijos preferidos: Bueres, Nieves y Gobezanes, la Tercia de Bueres, nuestra tercia.

El pueblo atesora una larga historia de la que solo tenemos datos con alguna trascendencia desde el siglo XIV, gracias al minucioso trabajo de Angel  Bueres y su hermana,Blanca, donde encontraron en los archivos de Simancas
( Valladolid), vinculados con pleitos de hidalguía, la relación de los vecinos que lo componían, en gran parte hidalgos, lo cual nos confirma  el origen realengo (no dependiente de ningún señor) de nuestros antepasados. El nombre primitivo que se mantuvo hasta principios del pasado siglo, y que figura en todos los documentos consultados, siempre se refiere a “Buyeres”, perdiendo posteriormente la “y”  quedando en el nombre actual de Bueres. Al parecer, su origen pudiera derivar de boarius, palabra latina que significa “relativo a bueyes” ó campo donde se llevaban los bueyes. De momento lo dejaremos así.

Casi con seguridad, su fundación partiera de bastantes años atrás, bien como asentamiento permanente de un núcleo estable de población, o como lugar de majada de verano, donde los pueblos situados en el valle, caso de Tanes o El Campu; incluso Orlé, que si sabemos más antiguos, subieran sus ganados. De esta forma tendría que ver algo su primitivo nombre. Eso indicaría que aquí era  un lugar de pastos, lo que ahora llamaríamos una majada. Lo seguro es que Bueres, por su situación estratégica, en la ruta de los caminos mas importantes que articulaban el trafico de gentes y ganados a través del camín real de Casu, y la otra vía que a, través de Ovia, enlazaba con los valles de Espinaredo, en Piloña, antes de la construcción en 1885 de la carretera a Infiesto,  siempre gozó de gran preponderancia. Este hecho repercutió en la prosperidad de sus vecinos, con  criados ó pecheros para desarrollar los trabajos más pesados, privilegio  que les permitía su status de nobles. También estaban exentos de la incorporación a las levas militares, lo que es ahora “la mili”, y que si tenia que servir el pueblo llano, con el consiguiente trastorno en las precarias economías de muchas de las casas de entonces, que sin ser pobres como otros lugares de Caso, si tenían ciertas carencias, cosa normal en aquellos tiempos, aunque algunos escritos de la época, nos hablan de que la base de la alimentación de los campesinos asturianos era “un grosero pan de maíz ó escanda”. Asimismo, el doctor Casal, que profundizó en la forma de vida del campesinado, nos habla de una alimentación carencial, sin carnes y pescados  y aún sin trigo, ni gota de vino”, reducidos al débil sustento de leche, castañas, alguna legumbre, algo de manteca y  fruta. La pobre alimentación de tan reducido régimen alimenticio fue una de las bases del lamentable estado sanitario de nuestros campesinos, y de la propagación de enfermedades carenciales, como la pelagra ó “mal de la rosa”. Sin embargo, aunque estos hechos pudieran darse en algunas zonas de nuestro concejo más aisladas, creemos que en la tercia de Bueres sus gentes tuvieron acceso a productos muchas veces traídos de Infiesto o de la marina que traficaban por todos estos pueblos con la consiguiente mejora para el nivel de vida de sus vecinos.

Por otra parte, una de las actividades por la que destacaba, era la dedicada a la arriería, profesión que desarrollaron muchos de sus habitantes, que principalmente con recuas de mulas y carros de bueyes se dedicaban al acarreo y comercio de especies que intercambiaban con las parroquias de los pueblos y concejos limítrofes, llegándose también con frecuencia a la vecina “Castilla” por Tarna, donde cargaban harina, vino, paños y legumbres, que por la parte asturiana eran bienes muy apreciados.

Hoy, como gran parte de nuestros pueblos, la caída demográfica ha hecho mella en sus vecinos, cada vez más escasos. Nos queda un bar, La Portiella, y una parrilla-restaurante, que permanece cerrada, por no encontrar quien la  atienda.  Si tenemos, sin embargo, dos instalaciones de turismo rural que atraen a gran número de visitantes, atraídos por la belleza de nuestro entorno. Actualmente es el sector ganadero el que tiene cierta pujanza, con dos o tres ganaderías de cierta importancia.



Como opinión personal, permitidme decir  que es un sitio de los mas bonitos de Casu, sin quitar un ápice de atractivo al resto. Merece la pena conocerlo, como el resto de las aldeas de Redes, por las que seguiremos el camino por esta página.







Monchu Calvo

martes, 15 de marzo de 2016

Don’t walk alone. No camines solo

Caminar; esa actividad tan sencilla y barata que recomiendan médicos y demás terapeutas del cuerpo y del alma, parece que empieza a tomarse en serio. Y con la llegada de los días más largos, nuestros caminos,sendas,rutas veredas comienzan a llenarse de personas haciendo caso a la famosa recomendación para nuestra salud: "menos plato y más zapato". Ahora que por nuestros parajes naturales empieza a oler a una nueva primavera, la presentadora de televisión y periodista,además de amiga, Irene Alonso del Río , nos invita desde esta página a una seductora sugerencia: caminar en compañía. Caminemos. Buenas tardes

No sé muy bien por qué, pero me encantan los inicios. Ese brindis por el comienzo del año, ese olor a papel impoluto en septiembre, cuando el arranque escolar.  Los primeros días de lo que sea suelen estar cargados de buenos propósitos, de grandes esperanzas. Que se cumplan o no a veces no está en nuestra mano, pero la mayoría de las veces, sí.

Hace un año me propuse empezar a hacer ejercicio. Sí, al igual que he hecho desde hace, al menos, una década. Pero lo estoy cumpliendo. Cuál es la diferencia? Que no lo hago sola.  Con ese objetivo nació un grupo de personas que, como yo, queríamos movernos un poco, tenemos muy poco tiempo y nos aburre soberanamente caminar solos. Se llama Don?t walk alone! No camines solo. De momento nos movemos por Gijón. Salimos los martes y jueves, a las nueve y media de la noche y hacemos un recorrido desde el Museo del Ferrocarril hasta la desembocadura del Piles, a un ritmo que nos hace romper a sudar pero que permite que charlemos.

Los domingos, que tenemos más tiempo, la salida se hace por la mañana, sobre las nueve y media,  y extendemos el recorrido para sacarnos una foto por la zona del Rinconín, bien junto a la Madre del Emigrante o la Solidaridad de Pepe Noja.  Como ven, el entorno que compaña nuestras caminatas es precioso y un aliciente más para ponerse las zapatillas y dar una patada a la pereza.
Una vez al mes, suele ser el último jueves, la caminata tiene final feliz. Nos tomamos una sidra juntos y nos echamos unas risas.


Que por qué cuento esto en una página destinada fundamentalmente al Parque de Redes?. Porque me encantaría que surgieran grupos de Don’t walk alone! en el ámbito del Parque del Alto Nalón. Tienen el espacio,  Reserva de la biosfera, con rutas maravillosas e históricas. Y los días que toque final feliz, sé que la hostelería de la zona es de homenaje... Ahí queda la propuesta…   Ya saben dónde estoy.

Irene Alonso del Río

domingo, 13 de marzo de 2016

Casinos por el mundo: de Caleao a Florida

Juan Amable Calvo partió de Caleao a Arizona en 1972.En ese año, el comienzo de la transición española parecía algo más cercano y en Estados Unidos el presiente Richard Nixon proponía una renta básica universal  para trabajadores y parados con unos ingresos de menos de 750 que no pudo llegar a  plasmar. Por su parte, Nino Bravo estaba a punto de popularizar una de las canciones que mejor llegó al alma de nuestros emigrantes: América.

De Arizona, donde había llegado con un contrato de trabajo en un rancho para cuidar ovejas, pasó a Tampa, ciudad situada al oeste de Florida, donde reside en la actualidad.
El primer trabajo en el condado de Hillsborough fue en una empresa láctea. Luego pasó a una compañía de gas, donde se jubiló. Del  primer traslado Juan Amable recuerda sus miedos, ya que “me escapé de Arizona sin cumplir el contrato laboral y lo pasé bastante mal hasta que resolví mi problema de residencia”, explica para la Crónica de Redes. Fue en esa ciudad, la tercera más poblada de Florida, done conoció a su esposa;  una cubana llamada Aida, con la que tuvo dos hijos, Juan Carlos y Lissette, que ya le han dado cuatro nietos. A sus descendientes les cuenta historias de épocas pasadas en un lugar que a ellos ya se les antoja muy lejano.

Otro de los obstáculos que hubo de saltar este casín de Caleao fue el idioma, aunque asegura que “me fui defendiendo, además en Tampa hay muchos hispanos”. La presencia de dos vecinos casinos, ya jubilados también, le hacen sentir más de cerca la tierra que le vio nacer.  Higinio Portugal, nacido en Caleao y Angelina Pérez comparten este tiempo de descanso con Juan. Todos ellos añoran a sus gentes y algunos de sus platos y costumbres. Aún cuando los frijoles negros,  la carne de cerdo y los plátanos fritos no están nada mal,  este emigrante que ya siente la tierra  de Florida como suya también, de vez en cuando comería gustoso una  sopa de hígado, con un trozo de queso casín y dulce de manzana, como postre.  Por eso aprovecha el tiempo de visitas a Asturias para degustar esos manjares milenarios, entre los que también Juan enumera a las truchas coyanas del Río Alba.

Desde que las redes sociales hicieron el milagro de borrar distancias en tiempo y espacio, vive casi a diario las novedades que van surgiendo en su aldea del Parque de Redes. De ese modo, casi puede tocar la nieve, oler las primeras flores de la primavera y tocar la hierba seca que los lugareños recogen en verano. Asimismo es conocedor de las reformas que van cambiando las antiguas casitas del pueblo del que partió cuando apenas era inimaginable que la vida mejorase tanto para sus habitantes.


En el cómputo de sus aspiraciones, Juan Amable Calvo afirma que “puedo decir que se cumplieron mis expectativas porque nunca me faltó trabajo y encontré una familia de la que me siento orgulloso”..


El pueblo de Caleao al fondo

viernes, 11 de marzo de 2016

Coyanes por el mundo

"Y me voy sin haber recibido mi legado, sin haber habitado mi casa, sin haber cultivado mi huerto, sin haber sentido el beso de la siembra y de la luz..." León Felipe Camino



De Argentina a Soto de Agues o viceversa

Los hijos y nietos de emigrantes son un punto y aparte en la historia de los viajeros que dejaron la tierra que les vio nacer hace muchos años. Esta es la historia de Ramiro Vega González, nieto de una coyana de Soto de Agues, que enseñó a su estirpe el amor por unas raíces que pudieron conocer en cuanto las circunstancias se lo permitieron. En la veintena de su vida, ahora visita con frecuencia  el pueblo que le transporta a todas aquellas historias que su abuela paterna  les contaba a él y a su hermana  Noelia. En Sobrescobio le esperan siempre con los brazos abiertos su familia y amigos, para que pueda palpar y disfrutar  del cariño que les inculcaron sus antecesores al otro lado del Océano. Sus palabras para La Crónica de redes merecen ser transcritas por la ternura y lo entrañable de sus percepciones respecto al lugar donde sueña  siempre con regresar. No en vano ama todo lo relacionado con los aviones, una gráfica representación de que volar puede llevarte a tus sueños, y una vocación muy repetida entre los descendientes de emigrantes:

Soy Ramiro,  tengo 20 años y vivo en Buenos Aires, lugar donde nací, y me crié. En la actualidad resido en el barrio de Villa Luro, en la Capital Federal, a unos 30 minutos de la zona céntrica y popularmente conocida de Buenos Aires. Soy estudiante de piloto privado de avión, y hace pocos meses me gradué como despachador de vuelos. Como se darán cuenta, me apasiona demasiado todo lo que esté vinculado a la aviación civil. A pesar de ello, todavía no he logrado inyectarme en el ambiente laboral de dicha área, por falta de oportunidades de esta índole en mi país. En la actualidad trabajo en un centro de ortopedia y fisioterapia, y ocupo el cargo de subgerente de producción.

Tengo familia en Redes. Mi abuela nació  y se crimen Soto de Agues junto a sus hermanos. Cuando era muy joven, le tocó tener que emigrar a la otra punta del planeta, ya que la realidad no le dejaba muchas opciones. Había que construir una nueva vida, en un país diferente, lejos de su familia y amigos, y con pocos recursos. Apenas un pequeño baúl, el cual hoy en día guardo con mucho cariño, con todas sus pertenencias (algo de ropa y alguna que otra foto de familiares y amigos).

Imposible no recordar las historias que ella me contaba, sobre su corta vida en Soto.. Las recuerdo todas, tanto como si las hubiese vivido yo. Todo aquel que me conoce podrá saber lo que significó, y aún significa mi abuela en mi vida. Fue una persona que me marcó para la eternidad por su forma de ser

Ya tuve la oportunidad de visitar mis raíces en tres oportunidades. Los paisajes, los montes y ríos, y el formato de las viviendas (manteniendo una cultura, como si estuviese congelado en el tiempo) es algo que verdaderamente me impactó. Era todo como me lo había contado mi abuela.

Particularmente me llama la atención la seguridad y la forma de vida de Soto de Agues; caminar con una tranquilidad inexplicable y dejar las llaves del lado de afuera de la casa es algo que todavía me cuesta creer, así como el silencio de la noche del pueblo. Pero lo que más me cautivó, fue la actitud de sus gentes. El que viva en una ciudad tan grande, seguramente va a entender mi asombro.

Por mi mente ha pasado varias veces la posibilidad de irme a vivir a España, pero las circunstancias laborales también son complicadas allí, y sería difícil abrirme paso. Me conformo con volar de vez en cuando a mi lugar especial en el mundo.

Un abrazo muy fuerte desde “el otro lado del charco”.


Un día de la  Marcha por los Pueblos de Sobrescobio,  en una de sus visitas a Soto de Agues




Caleao está de moda



Uno de sus embajadores, el guía turístico José Díaz Martínez, desarrolla una amplia actividad social y de naturaleza para mostrar al mundo la belleza de ese rincón casín.



Situado en pleno corazón del Parque de Redes, con una población que ronda los 165 habitantes, y a unos 11 Kilómetros de la capital del municipio, Campo de Caso, el pueblo de Caleao empieza a ser un icono de turismo rural. A ese nuevo enfoque han contribuido los nuevos residentes que pueblan la parroquia de Caleao, que difunden sus costumbres autóctonas y su paisaje como el mejor de los legados.

La restauración de casas rurales en la última década  empezó siendo el punto de partida para que el nombre de la parroquia de Caleao esté ya entre los puntos más visitados del Principado y empiece a conocerse con mayor amplitud a nivel nacional. La ampliación  y nueva implantación de negocios turísticos, fundamentalmente los dedicados a la hostelería, como el que lleva el relajante nombre de "Tierra del agua", y un paisaje típicamente asturiano contribuyen a que esta tierra, antaño puramente ganadera, esté viéndose remozada por aires de modernidad, que no quitan un ápice a los encantos de siempre de un núcleo rural con gran tipismo.

“Uno no puede imaginarse  que la  angosta carretera por la que has de conducir en el último tramo nos lleve a un lugar con paisajes, paisanajes e instalaciones hosteleras que nada tienen que envidiar a las más exquisitas, así como el recibimiento que nos hacen  unas vistas excepcionales”, afirma Concha  Uría, una arquitecta que comenzó yendo al lugar por motivos profesionales y ahora vuelve siempre que puede para disfrutar del ocio que ofrece este pueblo de Caso..

Por su parte, Cristina Poli, nacida en Caleao, lugar que nunca ha abandonado del todo, piensa que los motivos de esa fama que está adquiriendo ahora su rincón favorito son que “la gente nueva que fue a vivir allí hace correr la voz.  Hay un chico que tiene una cabaña en los alrededores y ya va sacando tres libros de fotografías, además tiene un blog con mucha difusión, sin olvidar el innovador complejo turístico y la vigencia de algún bar de antaño, con una inmejorable comida de la tierra y un trato afable y acogedor”.

 José Díaz Matínez nos acerca a través de su blog a la naturaleza y costumbres vivas del Parque de Redes, y muy especialmente de las que se disfrutan por el pueblo de Caleao. Con entradas con títulos tan sugerentes como “Respirando de verdad”, “Sangre de otoño”, “Brotando la vida” o “Luz de Luna”, los textos y fotografías de este apasionado de la tierra en su versión más autóctona  nos acercan a la vida natural que bulle en cada recodo del parque “Entradas al paraíso” es el título del último libro de fotografías que el famoso bloguero casín ha sacado a la luz, un embajador más de las maravillas del Parque de Redes que no escapan a los sentidos de nadie.



A propósito de José Díaz Martínez, asimismo  guía turístico de Redes, mencionar que también  es el organizador de un importante evento en los montes de Caleao: los conciertos que se vienen llevando a cabo desde hace  cuatro  años en la Majada de Atambos, coincidiendo con los solsticios de invierno y verano.. Música –imagínense escuchar Lo bello que es vivir a violín en las entrañas del Parque-  y naturaleza en estado puro que transportan al visitante a un mundo mágico, en el que nos es difícil imaginar el milagro que se esconde tras un paisaje de altas montañas , verdes praderas y aguas cristalinas. Si el cielo ayuda y deja ver sus estrellas, entonces la magia de las sensaciones está totalmente garantizada. José Díaz no ha podido explicarlo mejor a propósito del último solsticio, organizado, y que se repetirá en breve, cuando la noche más corta de paso al nuevo verano: “No se puede aspirar en la vida a nada más gratificante y enriquecedor que disfrutar de un momento como éste”. 

La última noticia sobre las andanzas del fotógrafo por Redes fue su aislamiento en el bosque casín para grabar  "Cien días de soledad", experiencia de la que este amante de la naturaleza sacó lo mejor del embrujo de Redes.