Se me ocurre que el mundo -ese cosmos al que le presuponemos una estructura indestructible del ABC en el orden de los comportamientos- se pone al revés. Y los más jóvenes de la casa vivimos un poco expectantes ante la adicción que está causando el Facebook, el Twiter y el Wasapp; por citar alguno de estos nuevos inventos para el entretenimiento y la comunicación que nuestros papis le han sabido sacar el gusto como nadie. Bueno, mi padre no, él es más bien de los desconectados, que para digital ya está mi madre.Cuando hablo con mis amigos también me cuentan que algunos de sus tutores legales están algo enganchados a las nuevas tecnologías. ¡La de bizcochos que se han quemado a golpe de mensajitos! Pero, ella que en ocasiones es más segura de lo que se cree, me dice que "después de una edad algún vicio hay que tener porque si no la vida sería muy triste, pero solo después de una edad; eso que te quede claro". Asimismo, ya sabemos que nuestros progenitores no son perfectos, por lo que también pueden equivocarse en sus argumentos. Aunque ellos, erre que erre, con lo de que no hay que cuestionarles, por lo de la escala del respeto y esas leyes no escritas...
Como ya habréis podido suponer, todavía soy algo pequeño para escribir todas estas cosas, pero mi madre que, como todas sus colegas de la tierra, lee el pensamiento, sabe lo que pienso de esa manía suya de hilar palabras y hacer nuevos mundos con ellas. Está convencida de que yo también tendré un blog a poco tardar y que entonces comprenderé el motivo por el que no todas las recompensas se ven con los ojos; "las de verdad sólo son visibles al corazón", dice cuando se nos pone en modo oradora. De fiarnos de las estadísticas, ese pequeño rincón que se buscó en la Nube la única chica de nuestra casa, recorre países a donde nunca volará su autora y la hace comunicarse con miles de personas con las que de un modo u otro tiene ya un hilo irrompible... Muchas gracias por leer lo que escribe, Sé que eso la hace feliz y cuando una mamá está contenta ya sabéis que al resto de la casa le repercute para bien. Ella os sugiere que no os lo toméis todo al pie de la letra, que la vida hay que novelarla un poco para sacarle más su jugo...
Llega la hora de la cena y, como siempre, la tendremos en su punto. La "bloguera" de nuestra casa nos obliga siempre a quitar la mesa cuando terminamos. Y dice siempre que hay que colaborar, porque "aquí no hay criaos". También repite muchas veces que "no hay trabajos de hombres ni de mujeres", sobretodo cada vez que escucha alguna noticia de injusticias hacia sus congéneres. Entonces, nos utiliza a los tres chicos que tiene a mano como público para escuchar sus discursos. Siempre tiene la radio encendida en la cocina y me dice que para ella Pepa Bueno es como para mí Auronplay, del que también ve algún vídeo conmigo solo porque opina que quiere estar al día con los gustos del los Milenium. Pero yo sé que también le hacen gracia nuestras cosas porque suelta alguna carcajada cuando las escucha. Como tiene la risa fácil, nos acabamos riendo todos, y son los momentos que más me gustan.